Informe mensual de la dinámica productiva, septiembre 2001.

Los sucesos de violencia ocurridos en Estados Unidos el 11 de septiembre último han provocado algún grado de preocupación en nuestro mercado, especialmente entre los agentes ligados a la exportación. Aun cuando los efectos son inciertos, se estima que el consumidor norteamericano tiene incorporado en sus hábitos alimenticios el consumo de algunos productos clásicos de nuestras exportaciones, como son las frutas, por lo que se espera que nuestras ventas no se vean demasiado afectadas. Diferente es la situación que podrían enfrentar algunas frutas y otros productos de elite, como las cerezas, que son enviadas por avión, o los primores de uva, los que alcanzan valores elevados en el mercado norteamericano y podrían enfrentar una constricción en su consumo. No obstante, cabe señalar que el mercado de productos de alta calidad sólo corresponde a un pequeño porcentaje del total de nuestras exportaciones, por lo que tampoco se estima que su impacto sea incontrolable. A esto se agrega el constante aumento en el valor del dólar, lo que indudablemente ayudará a contrarrestar el efecto de alguna disminución en los envíos. En los meses de octubre y noviembre comenzarán a exportarse los primores, por lo que se podrá observar lo que sucede con estos productos. En enero y febrero, se produce la exportación masiva de frutas y se espera que para entonces el intranquilo mercado actual haya recuperado su "normalidad". Hasta el momento, lo único cierto es que las paltas, que se encuentran en pleno período de exportación, continúan vendiéndose normalmente en EE.UU. y con buenos niveles de precios. Eso sí, el Comité de Paltas está siendo en extremo cuidadoso con la coordinación de los volúmenes de exportación, para no provocar un exceso de oferta que pueda derivar en una caída en las cotizaciones. En el ámbito productivo, las condiciones meteorológicas han sido adecuadas para el desarrollo de la fruta, con horas frío y lluvias apropiadas; sin embargo, el resultado dependerá de las condiciones que se presenten durante la primavera. Para los granos, se espera que los niveles de precios en el mercado internacional continúen iguales o ligeramente deprimidos, debido a que son productos de primera necesidad y su consumo es bastante inelástico. En relación al mercado nacional, existen dudas sobre el resultado productivo del trigo, ya que, a pesar de las malas condiciones climáticas que imposibilitaron la siembra oportuna de trigos invernales, se estima que, por la falta de otro tipo de variedades y de otras alternativas de cultivo, fueron igualmente sembrados, pero con bastante retraso. Adicionalmente, se tiene conocimiento de que muchas siembras fueron efectuadas en suelos anteriormente cultivados con trigo, lo que aumenta el riesgo de enfermedades. Se estima que la superficie de trigo aumentará entre 5% y 10% en comparación a la de la temporada anterior, que se situó en 414.000 hectáreas. El precio que se obtendrá en la cosecha dependerá estrechamente del resultado productivo que obtenga este cereal. El trigo candeal, por su parte, presenta excelentes niveles de precios, aproximadamente $11.220/qq, pero los bajos precios obtenidos en años anteriores desincentivaron la siembra generando una escasa disponibilidad de semilla, lo que imposibilitaría ahora un aumento en la superficie sembrada. En el sector pecuario, los productores de leche recibieron con satisfacción la resolución de la Comisión Resolutiva de Defensa de la Competencia, que congeló los precios de la leche en el nivel de las cotizaciones de julio, esto es, $119,7/litro, negando la posibilidad a las plantas lecheras a efectuar la rebaja anunciada para la producción de primavera, al menos hasta el 15 de noviembre, fecha que se dio la Comisión para revisar los antecedentes. La recepción de leche en planta aumentó un 11,4% en julio de 2001 en relación a julio de 2000, acumulando en el período enero-julio un aumento de 13,8% con respecto al mismo período anterior. Se sabe que en agosto y septiembre la recepción ha continuado aumentando, debido a las favorables condiciones climáticas para la producción de leche. En cuanto a precios, en el período enero-julio de 2001 se ha registrado un crecimiento de 15,7% respecto de ese lapso en el año anterior. El volumen de importaciones de lácteos ha disminuido en 24% en relación al año pasado (enero-julio), por el mayor volumen de producción nacional y la mantención de stocks. Por el contrario, el valor de las exportaciones se ha incrementado un 19,6% y es probable que durante este año se supere el récord de 31 millones de dólares alcanzado en 1999. Los productos que han incrementado mayoritariamente sus exportaciones son queso, especialmente a México, y leche condensada, a México y Estados Unidos. En carnes, el mercado internacional se encuentra deprimido a raíz del hallazgo de un caso de la enfermedad de la vaca loca en Japón. Esta situación ha provocado el temor de una posible disminución de la demanda de carne bovina en ese país, lo que sería muy adverso para Estados Unidos y Australia. En el mercado interno, los precios a productor se han incrementado, por el aumento en la demanda y la menor oferta existente en esta época, lo que comenzará a revertirse ahora en primavera, al existir mayor oferta de ganado. Finalmente, como consecuencia de la renegociación del arancel consolidado del azúcar ante la OMC, la Industria Azucarera Nacional obtuvo las condiciones para fijar un precio de compra para la remolacha, disipándose así las dudas que mantenían los agricultores sobre la conveniencia de seguir dedicándose a dicho cultivo. El precio establecido fluctúa entre US$47,4/tonelada y US$ 47,9/tonelada, para una superficie sembrada entre 0,1 ha y 25 ha, y más de 50 ha, respectivamente.