Atlas Rural de Chile.

El proyecto Atlas Rural de Chile surge en el marco de la implementación de la Política Nacional de Desarrollo Rural2 (PNDR) la cual plantea que las áreas rurales no deben ser consideradas como lugares homogéneos definidos en oposición a lo urbano, sino como espacios conformados por una diversidad de territorios, con necesidades y desafíos específicos, los que deben ser abordados con sus particularidades desde las políticas públicas. Es así como en 2019, la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), en su calidad de Secretaría Ejecutiva de la PNDR, junto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO Chile), impulsaron un primer estudio denominado “Propuesta metodológica para la construcción de una tipología de territorios rurales en Chile” (Perasso et al., 2020)3, considerado el primer paso para la construcción del presente Atlas. En 2020, Odepa adjudicó un proyecto al Laboratorio de Planificación Territorial de la Universidad Católica de Temuco, que en colaboración con FAO Chile y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), dio vida al actual documento. La PNDR, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida y aumentar las oportunidades de las personas que habitan territorios rurales, plantea que Chile es un país con una amplia variedad de culturas, identidades, paisajes y climas que reflejan la diversidad de quienes lo habitan. Las particulares características de su geografía, señala el texto, han influido en los patrones de asentamiento de su población y en su actividad económica, formando una heterogeneidad de áreas con características y retos variados. La realidad constata que, a pesar de los esfuerzos de los diferentes actores, los territorios rurales siguen manteniendo índices de desarrollo menos favorables que los urbanos. Es así como un adecuado reconocimiento de estas particularidades podría fomentar mayores oportunidades locales. Dado lo anterior, este Atlas es una herramienta clave para la gestión de los territorios, considerando su componente espacial, proponiendo una representación de sus interacciones, caracterizando sus modos de vida, dinámicas productivas y socioculturales; entregando, en definitiva, antecedentes fundamentales tanto para el diseño de iniciativas con mayor pertinencia a nivel nacional, regional y comunal, como para su uso pedagógico. El documento presenta 34 tipologías agrupadas en 6 macrozonas, destacando información de género, conflictos socioambientales y antecedentes de cambio climático. Por último, este proyecto viene a complementar el set de instrumentos de información y apoyo a la planificación territorial desarrollados por Odepa como son el Sistema de Indicadores de Calidad de Vida Rural (SICVIR)4 y las Guías Metodológicas para la incorporación de la PNDR en los PLADECO y las ERD5, y se configura como un material inédito que invita a mirar la ruralidad en su conjunto, valorando su riqueza y patrimonio en torno a la geografía física y humana.