Coyuntura macrosectorial, noviembre 2007.

El incremento de los precios de las materias primas, impulsado por el aumento en el consumo en los países emergentes y por el desarrollo de los biocombustibles, se tradujo en una moderada disminución de los subsidios agrícolas, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En 2006 las ayudas obtenidas por los productores agrícolas en los 30 países miembros de la entidad alcanzaron a 27% de sus ingresos, contra el 29% que representaron en 2005. Los montos distribuidos ascendieron a cerca de 268.000 millones de dólares, cifra que no incluye los subsidios al biodiesel ni la ayuda en infraestructura. El tema de los subsidios al agro ha sido central en el estancamiento de las negociaciones que se efectúan, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para liberalizar el comercio agrícola. La Ronda de Doha no ha sido desahuciada, pero, tras demasiados años de negociaciones, aún no se arriba a un acuerdo. En Estados Unidos, la discusión en el Congreso de la denominada "Farm Bill" (la ley que regula la política agraria) ha enfrentado dificultades. La aprobación del programa, que contempla 286 mil millones de dólares para los próximos 5 años, podría postergarse para el próximo año. Las turbulencias financieras sufridas en Europa y Estados Unidos obligaron a los bancos centrales a inyectar cuantiosas sumas de dinero, para mantener la liquidez y estabilidad de sus economías. El paso siguiente consistió en el desvío de inversiones desde esas naciones hacia los mercados emergentes, hasta el punto que activó las señales de alerta entre los grandes entes financieros mundiales sobre los riesgos de una futura nueva burbuja. Ésta se estaría gestando en los países emergentes, que, al demostrar una notable fortaleza ante la reciente crisis de crédito, atrajeron a los inversionistas. Pero esta atracción puede resultar fatal, ya que el flujo de inversiones tiende a impulsar el precio de los activos, pudiendo alcanzar alturas insostenibles.En este contexto financiero internacional, el Consejo del Banco Central de Chile decidió, en su reunión mensual de política monetaria, mantener la tasa de interés en 5,75% anual. El ente emisor argumentó que hay un deterioro en la percepción de los mercados financieros respecto de los problemas asociados a la crisis subprime; que el dólar estadounidense ha continuado depreciándose frente a la mayoría de las monedas del mundo, y que se prevé un menor dinamismo de las economías industrializadas. Si a ello se suma el incremento en el precio del petróleo y de otras materias primas, se va configurando un panorama externo para la economía chilena que se mantiene positivo, pero con mayores riesgos de un escenario internacional complejo. Se estima que el crecimiento de la actividad económica nacional será menor que el proyectado y que la inflación se mantendrá elevada por varios meses, para luego volver al rango meta. El hecho de que las expectativas inflacionarias de mediano y largo plazo se mantengan ancladas en torno a 3% anual, es coherente con la visión de un aumento transitorio de la inflación. De acuerdo con las últimas cifras de cuentas nacionales publicadas por el Banco Central de Chile, la economía creció 4,1% en el tercer trimestre de 2007. El sector agropecuario-silvícola se contrajo 1,1%, como resultado de caídas en los subsectores agrícola, pecuario y silvícola, las que no lograron ser compensadas por el alto dinamismo frutícola. El subsector pecuario registró la mayor incidencia negativa sobre el resultado sectorial, anotando caídas en la producción de carne bovina, porcina y de ave. En la agricultura impactó la disminución de la superficie sembrada de remolacha. La actividad silvícola disminuyó debido a una menor producción de madera aserrada. La revisión de las cifras de los dos primeros trimestres implicó, como habitualmente ocurre, ajustes al alza. El crecimiento silvoagropecuario del primer trimestre pasó de 4,4% a 4,9% y el del segundo trimestre subió desde 6,1% a 6,3 por ciento. Con ello, el aumento del PIB sectorial en enero - septiembre se alcanzó a 5,4 por ciento. La industria manufacturera registró una variación positiva de 0,1% durante el tercer trimestre. Las ramas que lideraron la expansión fueron Papel, imprenta y editoriales, Alimentos, bebidas y tabaco y Metálicos, maquinaria y equipos. El mayor impulso provino de la rama Papel, imprenta y editoriales, que mostró un alto dinamismo en respuesta a la entrada en operación de dos nuevas plantas de celulosa. La rama Alimentos, bebidas y tabaco fue impulsada por la mayor producción de la industria pesquera y de productos agroindustriales elaborados.Los indicadores de actividad del sector agrícola exhiben un interesante desempeño. El índice de producción física de la industria agroprocesadora y el de ventas, acumulan alzas superiores a 7% al tercer trimestre de 2007, en relación con igual período del año anterior. La principal responsable de ambos incrementos es la industria dedicada a la fabricación de papel y productos de papel, que registra crecimientos de 24,8% en la producción y 24,4% para sus ventas. Le siguen las empresas elaboradoras de bebidas, que expandieron en 10,7% su producción y en 9,4% sus ventas. Los rubros forestales; Aserrado y cepilladura de maderas y Fabricación de productos de madera, anotaron caídas en el índice de producción física, de 7,8% y 3,6%, respectivamente. Estos rubros, sin embargo, no alcanzan a acumular el peso que tiene la industria de la celulosa. La creciente importancia del sector forestal en el agro es una de las primeras cosas que saltan a la vista al revisar los resultados preliminares del VII Censo Nacional Agropecuario y Forestal. La superficie con plantaciones forestales aumentó en 429.303 hectáreas entre 1997 y 2007, totalizando 2.655.317 hectáreas. La superficie plantada con frutales se incrementó en 89.799 hectáreas y la de viñas y patronales en 47.148 hectáreas, en la última década. Los cultivos de cereales, plantas forrajeras y leguminosas cayeron 167.278; 90.036 y 56.230 hectáreas, respectivamente. También en el ámbito del comercio exterior se manifiesta la relevancia del sector forestal. De los 8.267 millones de dólares en productos silvoagropecuarios que se exportaron en los primeros nueve meses de 2007, el 41% correspondió a mercancías provenientes de ese sector. Los envíos forestales se expandieron 30% en enero - septiembre de 2007, con respecto al mismo período de 2006, y se concentró en bienes industriales. No obstante, el dinamismo forestal es frágil, en el sentido de que depende críticamente del precio internacional de la celulosa.Las exportaciones agrícolas y pecuarias acumulan un crecimiento de 15% al tercer trimestre de 2007. La balanza comercial de productos silvoagropecuarios arroja un superávit de 6.186 millones de dólares, con importaciones que se expanden a una tasa de 27% y exportaciones que aumentan 21 por ciento. En el trimestre julio - septiembre la fuerza de trabajo ocupada en agricultura, pesca y caza llegó a 713 mil personas, 15 mil menos que hace un año. El número de personas desocupadas pasó de 46 mil a 50 mil en los últimos doce meses, con lo cual la tasa de desocupación agrícola experimentó un aumento, situándose en 6,6% en el trimestre julio - septiembre de 2007.

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Gumucio A., María Amalia (2007-11-28) Coyuntura macrosectorial, noviembre 2007. [en línea].  (Consultado: ).
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Recursos relacionados

Coyuntura macrosectorial, julio 2006.
Autor(es):
Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Fecha de Publicación:
2006-07-19
Coyuntura macrosectorial, diciembre 2005.
Autor(es):
Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Fecha de Publicación:
2005-12-29
Coyuntura macrosectorial, abril 2006.
Autor(es):
Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Fecha de Publicación:
2006-05-04