Macroeconomía y agricultura, julio 2013.

Mientras las economías de los países desarrollados empiezan a mostrar los primeros signos vitales de su recuperación, la economía nacional, en contraposición, de acuerdo con el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec), que aumenta 3,5% en el pasado mes de mayo, continúa entregando señales de desaceleración, exhibiendo un cierto desacople respecto del comportamiento de la economía global. Sería una situación inversa a lo ocurrido en el período de mayor crisis de los países desarrollados: a medida que ésta se profundizaba, la economía chilena daba indicios de sobrecalentamiento. Paradojalmente, en este escenario, el sector silvoagropecuario tendría una oportunidad de revertir la negativa tendencia observada en el último tiempo, lo que sería impulsado por la expansión de la demanda internacional, la recuperación de los mercados tradicionales, la apertura y mantención de los emergentes, coincidentemente con una apreciación de dólar.