Coyuntura macrosectorial, julio 2003.

En un artículo publicado por The Economist se afirma que el acuerdo alcanzado por los ministros de agricultura europeos para modificar la Política Agrícola Común (PAC), no obstante celebrarse como un cambio radical, no hace más que diluir las ya modestas propuestas de reforma. La crítica se centra en la mantención parcial del vínculo entre subsidios y producción, lo que a su vez se traduce en excedentes que se vierten en los mercados internacionales a través de subsidios a la exportación. La publicación acusa a lo que denomina "las insanas políticas agrícolas europeas" del probable fracaso de la ronda de negociaciones de Doha.La Convención para el Futuro de Europa también alcanzó un consenso. Poniendo fin a más de un año de discusiones, dio a luz sus trabajos sobre la Constitución de la Unión Europea (UE). El proceso culminó con un simbólico acuerdo: el lema de la UE será "Unidos en la diversidad"; el himno, la Novena Sinfonía de Beethoven; la moneda, el euro, y la fiesta oficial, el 'Día de Europa', el 9 de mayo.Las reformas europeas no auguran, sin embargo, consensos más amplios. La reunión que tendrá lugar en Cancún durante el mes de septiembre es vista como una oportunidad para avanzar en las negociaciones de dos aspectos fundamentales para el comercio mundial: los derechos de propiedad intelectual y el tema agrícola. Las expectativas de que se logre alcanzar un acuerdo en materias agrícolas son bastante pesimistas. La quinta reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) tratará de establecer nuevas normas para el comercio agrícola mundial, que incluyan la reducción de aranceles, de los programas de sustentación agrícola y de los subsidios a la exportación, acabando así con la comercialización en los mercados mundiales de productos agrícolas a precios inferiores a los costos de producción. Un reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) calcula que los agricultores de los países miembros reciben, en promedio, precios 31% mayores que los vigentes en los mercados internacionales. En azúcar y leche las estimaciones indican que el precio pagado a los productores es el doble del precio mundial.En este contexto se sitúa en nuestro país la apasionada y mediática discusión sobre las bandas de precios, en particular, la del azúcar. El enfrentamiento de posiciones ha sido transversal. En los partidos políticos y los gremios las opiniones se dividen, luego que el fallo de la OMC obligara a adecuar la legislación nacional sobre la materia. El Presidente de la República llamó a los agricultores a adaptarse a las nuevas condiciones de competencia y a no hacer peticiones exageradas.La Cámara de Diputados y el Senado aprobaron el proyecto que prorroga, hasta el 30 de junio de 2004, los avalúos vigentes de los bienes raíces agrícolas. Se ha señalado que esto da un respiro a los agricultores afectados por la crisis de los últimos años. Sin embargo, las cifras muestran que el sector ha crecido substancialmente por sobre el promedio nacional en ese período y basta observar cómo importantes inversiones han transformado el paisaje para constatar que la agricultura es una actividad dinámica. Se omite que, en los más de veinte años de vigencia de los actuales avalúos agrícolas, los de los bienes raíces no agrícolas han sido modificados. Ello, sumado al hecho de que la mayor parte de los agricultores tributa por el sistema de renta presunta, conforma una situación que puede ser interpretada como más favorable respecto de otros sectores productivos los cuales, cada vez más frecuentemente, hacen pública la contraposición de intereses. La disputa en torno al proyecto de bandas de precios es emblemática en este sentido.Los resultados entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a partir de la encuesta de Cultivos Anuales Esenciales sobre superficie, producción y rendimientos unitarios, confirman la tesis de que la agricultura no es una actividad en extinción. Los cultivos de avena, maíz, remolacha, raps y lupino habrían anotado los máximos rendimientos históricos durante la temporada agrícola 2002-2003. También se registraron aumentos en los rendimientos de trigo, poroto y lenteja.El índice de producción física de la industria manufacturera se ubicó en mayo de 2003 un 4,0% por encima del valor alcanzado en el mismo mes de 2002. Por su parte, la industria agroprocesadora anotó una caída de 3,2%, como resultado de disminuciones de 4,8% en la fabricación de productos alimenticios; 7,0%, en la industria del tabaco; 4,4%, en la industria del cuero y 0,7% en la producción de la industria de bebidas. La fabricación de madera y sus productos registró un crecimiento de 7,0% en el período. Las ventas de las empresas que elaboran productos silvoagropecuarios aumentaron 4,2%, casi un punto porcentual más que el promedio de la industria manufacturera nacional. Las industrias más dinámicas fueron la de la madera, 12,6%, la del tabaco, 10,3%, y la de productos alimenticios, 3,1por ciento.En cuanto al empleo, la evolución de la ocupación agrícola y de la tasa de desocupación da claras señas del dinamismo sectorial. En efecto, durante el trimestre móvil marzo - mayo el desempleo anotó una caída de medio punto porcentual, con respecto al mismo período del año pasado, alcanzando un 5,5 por ciento. La tasa de desocupación nacional se ubicó, por quinto mes consecutivo, por debajo de la cifra de 2002, situándose en 8,8 por ciento. La fuerza de trabajo ocupada en la agricultura llegó a 730 mil personas, un 3,4% más que en el año anterior.El positivo desempeño exportador del sector agroindustrial queda de manifiesto en las cifras de comercio exterior. Entre enero y mayo de 2003 la balanza comercial de productos silvoagropecuarios arroja un saldo favorable de 2.265 millones de dólares, con exportaciones por US$ 2.792 millones e importaciones por 527 millones de dólares.