Coyuntura macrosectorial, mayo 2005.

La fuerza de trabajo del sector agrícola se elevó a 816 mil personas en el primer trimestre 2005, lo que corresponde a cerca de un 13% del total nacional. El número de ocupados alcanzó a 792 mil personas, cifra 1,9% superior a la del mismo trimestre del año anterior, lo que supone un incremento de 15.020 puestos de trabajo. La tasa de desocupación se situó en 2,9%, al igual que en el trimestre anterior, y experimentó una reducción con respecto al 3,7% de enero - marzo 2004.La participación de los ocupados en agricultura, pesca y caza sobre el total de ocupados en cada región es un indicador de la importancia del sector, en términos de la generación de empleo. En este sentido, las regiones Séptima y Sexta destacan con sus porcentajes de 35,2 y 33,4, respectivamente. Las siguen las regiones Novena y Cuarta, con algo más del 29% de sus ocupados trabajando en la agricultura, y la Décima Región, donde el 27,2% de los empleados laboran en el sector. En el extremo opuesto se encuentran las regiones Segunda, Metropolitana, Primera y Duodécima, donde la ocupación agrícola representa menos del 10% del empleo regional. Como la actividad agrícola exhibe sistemáticamente tasas de desocupación inferiores a la del resto de la economía (2,9% versus 7,9% en el último trimestre), las regiones con mayor presencia de la agricultura en la ocupación tienen, a su vez, tasas de desocupación inferiores al promedio: las tasas medias son de 5,4% para las cinco regiones con mayor participación de la agricultura en el empleo y de 8,0% para las restantes.Usando esa última clasificación se calculó la participación de la agricultura primaria (sin considerar la agroindustria) en la actividad regional, constatando que en 2002 el sector era responsable de más del 15% del PIB para el conjunto de las regiones IV, VI, VII, IX y X. Esta tasa cae al 2,5% en el caso de las otras regiones, aquéllas donde la actividad agrícola, pecuaria y silvícola tiene menos preponderancia, alcanzando un promedio nacional de 4,4 por ciento.No es de extrañar, entonces, que el Ministro de Agricultura destacara, en el seminario "La contribución del campo al desarrollo en América Latina y el Caribe", el aporte del sector en términos de generación de empleos, detención del proceso de migración campo - ciudad y reducción de la brecha de pobreza rural. El índice de producción física de la industria manufacturera anotó en marzo un alza de 2,3% en doce meses y el de venta física registró un aumento de 5,8% con respecto a marzo de 2004. En el caso de la industria procesadora de bienes del sector silvoagropecuario, ambos indicadores se ubicaron por debajo de esos promedios. La producción física de la agroindustria creció 2,1%, impulsada por los rubros: Elaboración de bebidas; Producción, elaboración y conservación de carne, pescados, frutas y legumbres, y Fabricación de productos de madera. Las ventas de las empresas agroindustriales mostraron una variación positiva de 3,4% en 12 meses.Positivo fue también el balance de las sociedades anónimas en el primer trimestre, cuando alcanzaron un resultado histórico de US $3.136 millones. Las grandes empresas concentraron la mayor parte de los beneficios, derivados de alzas en los precios de las materia primas (cobre, celulosa y acero), consolidación de las operaciones de nuevos activos y consumo interno robustecido. Entre los sectores más dinámicos destacan el minero, el forestal y el ligado al consumo doméstico.La evolución del consumo interno y sobre todo los fluctuantes precios internacionales de los combustibles, generan efectos sobre los precios. La inflación de abril bordeó el 1%, en tanto la variación del IPC, con respecto al mismo mes del año anterior, se ubicó en 2,9 por ciento. Los precios al por mayor crecieron 8% y los precios a productor se elevaron 10,9%, en los últimos doce meses. Sin embargo, el Banco Central estima que no se aprecian riesgos significativos de que la inflación se desvíe sustancialmente, en el mediano plazo, de lo proyectado por la institución.En el plano internacional y en el marco de la reunión entre el Mercosur y los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo, realizada en Brasilia y que contó con la presencia de 34 representantes de países árabes y sudamericanos, se firmó un documento que expresa la voluntad de los dos bloques de alcanzar un acuerdo de libre comercio e inversiones. El anfitrión del evento, el Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, destacó que la masiva presencia de dignatarios de ambas regiones reflejaba el desafío que enfrentan de construir "una nueva geografía económica y comercial internacional".