Política agraria, marzo 2005.

El problema se originó porque, a diferencia de las cuatro temporadas anteriores, la del 2004/05 presentó un importante aumento de la producción mundial de este cereal, que no alcanzó a ser compensado por un mayor consumo, lo que produjo una caída en los precios internacionales de este producto. Esta situación se presentó con mayor fuerza en Argentina por su abundante producción interna y por algunos indicios de que no le sería fácil colocar su excedente de producción en los mercados externos, especialmente en Brasil. Adicionalmente, la aplicación de impuestos diferenciados a la exportación establecidos en el año 2002 por Argentina, que favorecen la exportación de productos con mayor valor agregado, dejó a la harina de trigo argentina en una posición muy ventajosa en comparación con la nuestra, convirtiéndola en una amenaza para la industria nacional. Esto último y la proyección de una producción nacional abundante y muy cercana al autoabastecimiento han contribuido a complicar la comercialización del trigo en esta temporada. En este contexto, los productores nacionales han señalado en distintas oportunidades y de distintas maneras los problemas a los que se ven enfrentados y las medidas que estiman necesarias para mitigar esta crisis. Las principales demandas planteadas por los agricultores se han referido a establecer una salvaguardia definitiva para la importación de harina de trigo, modificar el mercado de referencia para establecer los derechos o rebajas que se aplicarán a las importaciones de trigo, intervención de COTRISA, especificar la calidad del trigo importado e iniciar una investigación de la Fiscalía Nacional Económica a los molinos, por una posible concertación en los precios. La situación actual de cada una de las demandas señaladas es la siguiente: El 10 de diciembre de 2004, ante la solicitud de los molineros, la Comisión Nacional de Distorsiones estableció una salvaguardia provisoria de 17% a la importación de harina de trigo, la que fue ratificada en forma definitiva el día 4 de marzo de 2005 y estará vigente hasta diciembre de 2005, con la posibilidad de ser prorrogada por otro año más. En cuanto a la propuesta de modificar el mercado de referencia, estudios efectuados por el Ministerio de Agricultura permiten afirmar que dicha modificación resultaría del todo inconveniente para los efectos que se persiguen con la banda de precios, debido a que históricamente el precio en el mercado de EE.UU. es menor que el de Argentina y se hace más relevante en el segundo semestre. Adicionalmente, nuestro país tiene el compromiso de cumplir con la normativa de la OMC, por lo que no aparecería adecuado introducir cambios al mecanismo de banda, después de tan corto tiempo de efectuadas sus modificaciones. En todo caso, es probable que para este año en particular el mercado de referencia no tenga relevancia, ya que tanto el trigo argentino como el de EE.UU. continuarán por sobre el piso de la banda de precios en el segundo semestre. Con relación a la solicitud de intervención de COTRISA, sus directivos señalaron que, después de realizar los estudios correspondientes, se determinó que un posible precio de compra de COTRISA presentaba diferencias relativamente pequeñas con el de la industria molinera, por lo que no se justificaba una eventual intervención en el mercado triguero. Este resultado se ve fuertemente influido por el período de guarda que debe suponerse para COTRISA, entidad que normalmente empieza a vender lo adquirido cuando ya se está agotando la oferta libre en el mercado, lo que le significa costos financieros y de manejo del grano mayores que los que presentan los molinos. En todo caso y con el objetivo de regular la oferta de trigo en sus zonas de influencia y mejorar la posición negociadora de los productores frente a la industria molinera, COTRISA decidió poner a disposición de ellos su infraestructura de almacenamiento. Además, COTRISA llegó a acuerdos con algunas empresas molineras para comprar trigo por mandato de ellas en sus instalaciones, a precios que corresponden a los más altos registrados en las respectivas plazas. Para dar respuesta a la inquietud de los agricultores en cuanto a que la calidad del trigo argentino que ingresa al país es inferior a la del trigo nacional, se solicitó al Servicio Nacional de Aduanas que, en las declaraciones de ingreso del trigo importado, se establezca la respectiva clasificación según la norma chilena de calidad de trigo harinero, aun cuando esta norma no sea obligatoria en nuestro país. Por último, a solicitud del Gobierno, la Fiscalía Nacional Económica ha iniciado una investigación para detectar una posible concertación de precios entre los molinos. Esta investigación se está llevando a cabo de acuerdo a los procedimientos legales y el Ministerio de Agricultura ha proporcionado todos los antecedentes requeridos por la Fiscalía. Nuestro país ha continuado profundizando su política de integración comercial con el mundo. A los ya vigentes y exitosos tratados de libre comercio con la Unión Europea, Estados Unidos y Corea del Sur, se han sumado reuniones de trabajo con Nueva Zelanda y Singapur, China, India y Japón. El estado actual de las gestiones con cada uno de estos países es el siguiente: Entre el 7 y el 11 de marzo de 2005, en la ciudad neozelandesa de Queenstown, se realizó la IV Ronda de negociaciones tendientes a alcanzar un Acuerdo de Asociación Económico-Estratégica entre estos países y Chile. En esta ocasión, en la delegación chilena, además de las autoridades del sector público que normalmente participan en este tipo de negociaciones, participaron representantes del sector privado, miembros de la SOFOFA, FEDELECHE y Chiletabacos. En las reuniones sostenidas se lograron importantes avances en los textos relacionados con servicios, inversiones, materias legales, compras públicas, innovación tecnológica y transferencia de conocimientos, lo que permite tener optimismo en cuanto a poder suscribir este Acuerdo a mediados del presente año. En Beijing, durante los días 25, 26 y 27 de enero de 2005, tuvo lugar la primera ronda de negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y China. Los principales temas tratados tuvieron relación con los términos de referencia del TLC, la modalidad de negociación de aranceles, acceso a mercados, reglas de origen, procedimientos aduaneros, barreras técnicas al comercio, medidas de defensa comercial y solución de controversias. También se revisaron temas específicos, tales como comercio de servicios, inversiones, propiedad intelectual, medidas de facilitación comercial y áreas de cooperación a desarrollar, específicamente en lo referido a colaboración científica y tecnológica, Pymes, seguridad social y desarrollo sustentable. Desde el punto de vista del sector silvoagropecuario, se prevé que con este TLC las exportaciones agrícolas, ganaderas y forestales podrían aumentar en forma muy significativa. En la próxima ronda, fijada para fines de abril en Santiago, se continuará trabajando para incluir en el TLC inversiones, servicios y otras áreas de interés bilateral. Igualmente se formalizarán las modalidades de la negociación y se iniciará la discusión de oferta de listas de rebajas arancelarias. En el marco de la visita a India, encabezada por el Presidente de la República y el Canciller, realizada en los días 6 y 7 de enero de 2005, se firmó un Acue rdo Marco para iniciar la negociación de un Acuerdo de Alcance Parcial entre Chile y la India que busca incrementar el flujo comercial entre ambos países a través de un acceso efectivo a los mercados, con concesiones mutuas en un grupo de bienes. Excluyendo el cobre, las exportaciones chilenas a India enfrentan un arancel promedio de 28%, con algunos productos con tarifas bastante más altas. Por ejemplo, el arancel para cátodos de cobre es de 50,8%; para filetes de salmón, 35,2%; para harina de pescado, 35%, y para vinos con denominación de origen, 212%. Hay que considerar que, por el alto nivel de los aranceles, muchos productos no se exportan a India. Si además se considera que India tiene una población de mil millones de personas, se puede afirmar que este Acuerdo tiene una gran importancia para nuestro país. Entre los sectores productivos que se verían favorecidos con este Acuerdo están el forestal, incluido el papel; la pesca, la minería, la fruta fresca y la agroindustria en general. También es preciso mencionar que otros sectores, tales como la industria farmacéutica, la industria textil y los fabricantes de neumáticos y plásticos, han expresado su preocupación. Durante los días 31 de enero y 1 de febrero de 2005, en Tokio, Japón, se realizó la primera reunión del Grupo de Estudio Conjunto que tiene como objetivo analizar la factibilidad de establecer próximamente un TLC entre Chile y Japón. En esta ocasión participaron representantes de los sectores público, privado y académico de ambos países. Los principales temas tratados fueron la evolución de las economías chilena y japonesa, las relaciones comerciales, la minería, la pesca, la manufactura, la agricultura y el sector forestal, entre otros. Si bien es cierto que el sector agrícola generalmente es un tema sensible en estas conversaciones, representantes de este sector que formaron parte de la comitiva estiman que, de alcanzarse un TLC con Japón, ello implicaría importantes beneficios en tecnología, inversión y maquinaria, y se favorecerían la agroindustria, los lácteos y las carnes, especialmente la de cerdo (Japón recibe más del 50% de los envíos nacionales de esta carne). También mejorarían su acceso los frutales de carozo y los berries, que actualmente tienen entrada limitada.

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Sanhueza M., Pablo (2005-03-31) Política agraria, marzo 2005. [en línea].  (Consultado: ).
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Recursos relacionados

Política agraria, febrero 2005.
Autor(es):
Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Fecha de Publicación:
2005-02-22
Política agraria, enero 2005.
Autor(es):
Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Fecha de Publicación:
2005-01-24
Política agraria, mayo 2007.
Autor(es):
Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)
Fecha de Publicación:
2007-05-25