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Chile. Empleo y remuneraciones en las actividades agrícolas y no agrícolas: una visión regional con enfoque de género.

dc.contributor.authorAmunátegui F., Raúl
dc.coverage.spatialTodas las regioneses_ES
dc.coverage.temporal2007 diciembre
dc.date.accessioned2019-09-30T16:53:28Z
dc.date.available2019-09-30T16:53:28Z
dc.date.created2008-05
dc.date.issued2008-05-16
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.12650/3127
dc.description.abstractPresentación El presente análisis se realizó sobre la base de datos de la Superintendencia de AFP, entidad que trimestralmente registra información de cotizantes activos del sistema de previsión social, con especificación de empleo y remuneraciones, género, distribución regional y actividad económica.La mencionada fuente considera a la actividad agrícola en forma independiente de la pesca, por lo que se tiene un dato más preciso respecto del sector. Lo anterior surge de la ampliación desde 10 a 18 del número de actividades económicas de bienes y servicios que el Servicio de Impuestos Internos dispuso en el año 2006, para registrar con mayor precisión las actividades de los contribuyentes.Los comentarios de este artículo tienen como período de referencia al cuarto trimestre de 2007 o diciembre de 2007. La descripción del comportamiento regional se hizo mediante un ordenamiento por número de ocupados, nivel de remuneraciones y magnitud de la diferencia de participación por género, para las actividades agrícolas y no agrícolas. Se incluyeron las regiones creadas recientemente: Arica y Parinacota y Los Ríos.La tabla 1 muestra la ocupación femenina y masculina cotizante en la agricultura (agrícola, ganadera y silvícola), por región, ordenadas de mayor a menor. Geográficamente, entre Valparaíso y Bío Bío se localiza más del 81% del total de mujeres ocupadas en el sector y más del 74% en el caso de los hombres. El nivel de ocupación masculina cotizante en la agricultura nivel país es, en promedio, 2,4 veces superior a la ocupación femenina en el sector. En algunas regiones dicho promedio es bastante mayor, como en Los Ríos (5,3 veces), Magallanes (5,2 veces), Los Lagos (4,4 veces) y Araucanía (4,2 veces). Como se observa en la tabla 2, la incidencia del trabajo femenino y masculino en la agricultura en relación al empleo total de cada región es muy significativo en algunas regiones, aunque con énfasis geográfico relativamente distinto. Es así como la ocupación agrícola es importante en las regiones del centro sur (O§Higgins y Maule), tanto en hombres como en mujeres. También es parecida para hombres y mujeres en el centro norte (Coquimbo y Valparaíso). Sin embargo, en hombres tiene gran importancia el empleo agrícola en regiones del sur, especialmente en Los Ríos y la Araucanía. Por otra parte, tanto en la Región Metropolitana como en las regiones extremas, el empleo agrícola no tiene mayor importancia. Estos relativos contrastes entre los niveles de ocupación por género en la agricultura de cada región del país permiten calcular el primer indicador de diferencia de participación laboral de género medido en porcentaje, que adquiere un valor más cercano a 100 en la medida que la distancia en desmedro de la mujer es mayor. La fórmula para obtenerlo es: donde Moa es mujeres ocupadas en la agricultura y Hoa es hombres ocupados en la agricultura (tabla 3). La diferencia a escala nacional es importante. Sin embargo, las diferencias que se observan en la tabla 3 para las cinco primeras regiones de la lista ordenada son muy elevadas y se relacionan con el tipo de actividades que mayoritariamente se desarrollan en ellas, como son la ganadería, los cultivos anuales y la actividad forestal. La sección de la izquierda de la tabla 4 muestra que la remuneración imponible de las cotizantes ocupadas en la agricultura es superior al promedio nacional en nueve regiones del país. Las mayores remuneraciones se dan en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Magallanes, en las cuales no existe mucha actividad agrícola, en tanto que las menores remuneraciones se registran en regiones de gran vocación agrícola, como Maule y O§Higgins. En once de las quince regiones, las remuneraciones que perciben las ocupadas en la agricultura son las menores en relación al resto de las actividades económicas. En las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Magallanes y Los Ríos, en las que eso no sucede, la remuneración en la agricultura sólo supera a los sectores pesca y hoteles y restaurantes. Por su parte, en la sección derecha de la tabla 4, las remuneraciones que perciben los hombres ocupados en las actividades sectoriales superan a la media nacional para el sector en ocho regiones. Al igual que en el caso de las mujeres, las remuneraciones más altas se dan en regiones de baja aptitud agrícola. Estas remuneraciones también son las menores por tipo de actividad en trece regiones, con excepción en este caso de Tarapacá y Antofagasta, en que superan sólo a la actividad hoteles y restaurantes. Como se ve, tanto para mujeres como para hombres la remuneración imponible sectorial media es la menor de toda la economía en prácticamente todas las regiones del país. El nivel de remuneraciones de hombres ocupados en la agricultura es en promedio 1,3 veces superior a la remuneración femenina en el sector. En algunas regiones dicho promedio es relativamente mayor, como en Antofagasta, Arica y Parinacota, Atacama y O§Higgins (tabla 5). La magnitud de las diferencias entre hombres y mujeres es bastante menor para el caso de la variable remuneraciones que en el nivel de ocupación, en el caso de la agricultura. La economía no agrícola está formada por el conjunto de actividades económicas distintas a la agricultura, como pesca, explotación de minas y canteras, industrias manufactureras metálicas y no metálicas; suministro de electricidad, gas y agua; construcción, comercio por mayor y menor, hoteles y restaurantes, transportes y telecomunicaciones, intermediación financiera y actividades inmobiliarias, administración pública y defensa, enseñanza, servicios sociales y de salud, y servicios personales, comunitarios e internacionales. A continuación se determinan las diferencias de género existentes para las variables ocupación y remuneraciones a escala regional, para la sumatoria de las actividades arriba mencionadas. En este caso, la fórmula de cálculo para obtener la diferencia es similar a la anterior: donde Mna es mujeres ocupadas en actividades no agrícolas y Hna es hombres ocupados en actividades no agrícolas. El nivel regional de la economía no agrícola está muy determinado por lo que sucede en la Región Metropolitana, espacio que concentra el 47% de los cotizantes ocupados del país. La distribución del empleo femenino no agrícola sigue la línea convencional de ocupación urbana de las grandes ciudades. El primer grupo de tres regiones, que incluye las ciudades de Santiago, Concepción y Valparaíso, concentra cerca del 70% del empleo de este género (tabla 6 sección izquierda). Luego hay un conjunto de seis regiones con niveles de entre 40 mil y 62 mil ocupadas, en las que predominan las actividades directamente ligadas y complementarias a la agricultura, la pesca y la minería, y un tercer grupo de seis regiones, con niveles menores entre 8 mil y 21 mil ocupadas, en que predominan las actividades de servicios y comercio. Los hombres empleados en labores no agrícolas prsentan un nivel de ocupación muy similar en comportamiento al de las actividades agrícolas, aunque en menor magnitud (tabla 6 sección derecha). En el total, la ocupación masculina es 1,6 veces la femenina en las actividades no agrícolas. La distribución regional es muy parecida a la registrada en el caso de las mujeres. Las mayores relaciones entre hombres y mujeres empleados se observan en las regiones de Atacama (2,18 veces), Antofagasta (2,13 veces), Bío Bío (1,85 veces) y Coquimbo (1,81 veces). La diferencia en la ocupación no agrícola entre hombres y mujeres es 20 puntos porcentuales menor que la medida para la ocupación agrícola. En esto influye en gran medida la Región Metropolitana, que muestra la menor diferencia entre la ocupación de hombres y mujeres en el país, en labores no agrícolas. Las remuneraciones imponibles promedio de las cotizantes ocupadas en actividades no agrícolas son 77,7% superiores a las percibidas por las ocupadas en actividades agrícolas. (tablas 4 y 8).es_ES
dc.languageEspañoles_ES
dc.subjectAGRICULTURAes_ES
dc.subjectEMPLEOes_ES
dc.subjectGENEROes_ES
dc.subjectMUJERESes_ES
dc.titleChile. Empleo y remuneraciones en las actividades agrícolas y no agrícolas: una visión regional con enfoque de género.es_ES
dc.typeArtículoses_ES
dc.contributor.institucionalOficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa)es_ES
dc.uri.originalhttp://www.odepa.gob.cl/articulo/chile-empleo-y-remuneraciones-en-las-actividades-agricolas-y-no-agricolas-una-vision-regional-con-enfoque-de-genero-2/
dc.coverageChilees_ES
dc.sectorAgrícolaes_ES
dc.sectorPecuarioes_ES
dc.sectorForestales_ES
dc.coverage.ciudadSantiago, Chilees_ES


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